domingo, 16 de mayo de 2010

Europeando

Nota preliminar: Ésta es la versión habitual, para apuntes más serios de Europa, acá...
Y bien, resulta que en la tarde-noche del primer día de mi visita europea me reuní con este selecto grupo:
(efectivamente, a dos de ellos les falta color... Además, estuve a punto de pintarlos como una rubia CTG y una cosa-mole-thing de piedra naranja)
En Barcelona, una ciudad que en uno de sus principales atractivos turísticos (el café de los Cuatro Gatos) exhibe una pintural tal que así:

("Para andar en bicicleta, es imposible tener la espalda derecha" que dice la pintura, aunque también podría decir "Ese es el manubrio o estás contento de verme?")


Entonces, no debería sorprender que viera Europa con otros ojos.Mi primer destino* después de las tierras ibéricas fue Köln (Alemania). Ya saben, aquella ciudad en la que, durante la Segunda Guerra Mundial, los aliados no bombardearon su catedral gótica porque les servía de referencia para bombardear todo alrededor.

Ahí tuve el primer atisvo de la comida típica alemana:
(por cierto, en la primer foto no se ve, pero el jefe pidió uno de los de la segunda fila)
Y de sus particulares formas de tomar fotos:
(cámara digital... Entienden? "digital"... mmm... Vale, al despacho)
En toda la ciudad encontré dos tiendas frikies:
(y bueno, a mi me gusta el LEGO... Qué?)
Y muchas, muchísimas referencias a su pasado como enclave romano. Vamos, que hasta un museo sobre eso tienen, en el cual han logrado rescatar el mosaico que adornaba parte de las termas de la localidad:Mosaico que nos puede dar una idea de que las termas no eran sólo baños públicos:
("nunca falta un roto para un descocido", que decía mi abuela).
No debería sorprendernos, los romanos heredaron (robaron-copiaron-piratearon mala cosa) el arte griego... Y ya sabemos cómo se las gastaban los griegos:
(o a qué creían que se refería la frase "torcerle el cuello al ganzo"?)
Efectivamente, de Köln fui a Paris (o Paguis, Paguis) y ahí, como buen turista, al Louvre, dónde pude comprobar por qué el arte occidental le debe tanto al greco-latino:
("Te quiero, te lo digo con una mano en el corazón")
(los franceses, que durante la época napoleónica querían parecerse en TODO a los romanos)

Y a Notre Dame, donde pude comprobar que los santos son unos canijos:

(Hala, todos posando, menos Jesús que está perdiendo el equilibrio)

(Como te caigas de ahí vas a quedar hecho un cristo)
También pude apreciar que allá el comic pijamero no es que mole mucho:
(comics pijameros en la Shakespeare Library)

(Sí, leyeron bien, el Rey Lear en versión manga es un apache)
Vamos, en toda la ciudad sólo pude encontrar dos tiendas de comics, ubicadas una frente a la otra en una única esquina:

(no dejaban tomar fotos adentro)

No es que importe mucho, si uno sabe a dónde voltear puede encontrarse con los personajes de comic franco caminando por la calle:
(o tomando el metro, ya puestos)


En fin, de Paris me regresé a Alemania. Dónde pude comprobar que, efectivamente, en Alemania la fiebre del Manga está pasando:

(cerrado)

Y que los alemanes tienen una muy extraña visión de sí mismos:

("ese es tu tercer pie o estás contento de verme"?)

Finalmente, un día aciago en el que la temperatura rondaba los 3°C, sin tener nada mejor que hacer, fui al zoológico de Heidelberg, donde una de sus principales atracciones me recibió tal que así:

(¡JEF... Sí, vale, al despacho de nuevo)

Ya en serio, muchas gracias a quienes puede encontrar y a quienes no, espero que haya una próxima vez.. Y si no... Bueno, ya demostré que se puede cruzar el charco, no?

*Estuve a punto de escribir "mi primera parada", pero mejor no, que nos conocemos...